Principios básicos de fe

Resumen del Sermón del viernes Por el Jefe de la Comunidad Ahmadía del Islam 14 de Abril, 2006

Durante los últimos veinte años han emigrado a Australia un número considerable de ahmadis. En 1903, hace más de cien años, Hazrat Sufi Musa Khan sembró la semilla del ahmadiat en este país. Tras aceptar el Baiat en manos del Mesas Prometido, recibió instrucciones por parte de él para su elevación espiritual. Si los ahmadis siguen estos consejos conseguirán establecer una auténtica comunión con Dios y estarán bajo la protección y custodia divina, y Dios les proveerá forma inusitada. Estas experiencias no son meros relatos del Santo Corán sino vivencias reales experimentadas por los hombres de Dios, cuyo ejemplo existe hoy también en la Comunidad Ahmadía. Hazrat Sufi Sahib fue uno de ellos, a quien Dios dio albricias de un buen final. Fue heredero de la recompensa en este mundo y en el otro por su fe firme y por seguir las instrucciones del Mesías Prometido. En su carta, el Mesías Prometido, dijo que tras aceptar el Baiat debía observar las oraciones regularmente. Dijo que la oración es un principio fundamental sin el cual la persona no puede ser llamada creyente. También dijo que debería “adornar” la oración. “Adornar” la oración significa rezar en un estado de paz y sosiego.

Para ello, antes de la oración es necesario realizar la ablución (wuzu) para una limpieza interna y externa. El Santo Corán dice:

” ¡Oh vosotros, los que creéis! Cuando os levantéis para la Oración, lavaos la cara y las manos hasta los codos, frotaos la cabeza con las manos mojadas y lavaos los pies hasta los tobillos. Y si estáis impuros, purificaos con el baño. Y si estáis enfermos o de viaje en estado impuro, o uno de vosotros sale del retrete, o habéis tocado a las mujeres y no encontráis agua, recurrid a la arena pura y frotaos con ella las caras y las manos. Al-lah no desea poneros en dificultades, sino que desea purificaros y completar Su gracia sobre vosotros, para que seáis agradecidos” (5:7)

 La ablución es necesaria para la limpieza física y para estar alerta durante la oración, y para concienciar al creyente que se dispone a rezar a Su Señor alejado de los quehaceres mundanales. El Santo Profeta (p.b.D.) dijo: “Cuando el creyente realiza la ablución, al lavar el rostro, limpia con la última gota todos los pecados que han cometido sus ojos. Al lavarse las manos, limpia con la última gota todos los pecados que ha cometido con sus manos, y al lavarse los pies, limpia con la última gota los pecados que ha cometido con sus pies, hasta quedar libre de pecado”. Esto no significa esté permitido cometer todo tipo de pecados y después purgarlos con el wuzu. Otro aspecto del adorno de la oración es rezar puntualmente. Dios dice al respecto:

“Cumplid la Oración de la forma prescrita” (4:104).

El Mesías Prometido, exponiendo la importancia de la oración, dice que el hombre está rodeado de dificultades y para librarse de ellas y de las tentaciones de Satanás, Dios ha hecho obligatorio cinco oraciones diarias. En esta época repleta de materialismo los ahmadis deben prestar especial atención a este aspecto. Para librarse de las tentaciones mundanales, es preciso prestar especial atención a la oración intermedia, como dice el Santo Corán:

“Cumplid las Oraciones, y la Oración intermedia, y permaneced ante Al-lah con sumisión” (2:239)

Esta oración se observa en medio de las actividades mundanas. Cuando la persona da prioridad a la oración a las ocupaciones mundanas, Dios le provee de forma inusitada. Por otro lado, la oración se ensalza cuando se realiza en congregación. El creyente deberá observar al menos una oración diaria en congregación. El Santo Profeta (p.b.D.) dijo que la oración en congregación es veintisiete veces superior a la individual. También dijo que realizar la ablución cuando hace frío, caminar hasta la mezquita y esperar a la oración borra los pecados y aumenta el rango del creyente. La oración es la clave del éxito y la cima espiritual del creyente. El Mesías Prometido dijo que la oración inculca unidad y armonía y rezar en línea recta en congregación contribuye que la espiritualidad de una persona se infunda en la otra. En Australia no existen muchas mezquitas y la gente reside a grandes distancias. Por lo tanto, quienes no puedan acudir a ellas, deben congregarse en los hogares para observar la oración.

 De no ser posible, cada familia debe rezar en congregación. De esta forma, se inculcará en los niños el hábito de la oración, que les servirá de protección contra las influencias externas. El segundo consejo que dio en su carta fue la recitación del Istaghfar (implorar el perdón a Dios) en abundancia. Cuando el hombre implora el perdón a Dios para librarse de los pecados presentes y futuros, recibe protección de Dios de forma inimaginable. El Santo Profeta (p.b.D.) dijo que Dios se alegra del arrepentimiento de su siervo más que el hombre que encuentra a su camello perdido en un desierto. El Santo Corán dice al respecto:

“¡Oh pueblo mío! pide perdón a tu Señor y vuelve después a Él; Él os enviará nubes que soltarán lluvias abundantes y añadirá fuerza a vuestras fuerzas” (11:53).

En este país, especialmente en esta localidad hay mucha escasez de agua. Hoy en día los ahmadis son el único medio para librar a la humanidad de las dificultades. Por lo tanto, intentad aumentar aún más el nivel de plegarias para librar al mundo de las dificultades y para beneficiar a los demás también de este agua espiritual. El Mesías Prometido dice sobre Istighfar:

“El verdadero significado de Istighfar es que Dios cubra la debilidad interna de quien le implora, le otorgue fuerzas y conocimiento, y le ilumine con su luz…”

Istighfar es un tema muy amplio. Los ahmadis deben prestar atención especial al Istighfar para aumentar la espiritualidad y obtener proximidad a Dios. Otro consejo que dio fue la obediencia a Dios mediante el taqwa (piedad). Muttaqi es quien, alejándose de la vida mundanal, pasa su vida en la obediencia a los mandamientos a Dios y Su Profeta (p.b.D.) y cumple con los derechos de Dios y del hombre.

 El Mesías Prometido dijo que es bendito quien adopta el taqwa en momentos de prosperidad y felicidad e infortunado quien, a pesar de tropezar, no se inclina hacia Él. Muchos de vosotros habéis emigrado a Australia por haber sufrido persecuciones a causa de vuestra fe en el Imam de la época. Dios os ha concedido prosperidad material. Esto requiere que aumentéis vuestro estándar de taqwa. Para ello el Mesías Prometido ha establecido de la institución del jalifato, a través del cual se extenderá el mensaje del Islam y de su Profeta a los últimos rincones de la tierra. También fundó, hace más de 100 años, bajo la orden divina, la institución del Wasiat para librar al mundo de la opresión e injusticia. A este respecto, dijo:

“Dios me ha informado que el taqwa es un árbol que ha de ser plantado en el corazón. El agua que alimenta la piedad alimenta sin duda todo el árbol de la vida. La rectitud es una raíz; si se pudre, el resto también se descompone, más si permanece con vida, todo lo demás subsiste “.

En diciembre 1905 se estableció la institución del Wasiat. En el Llalsa de Inglaterra de 2004 anuncié que en 2005 se cumpliría el centenario del Wasiat y que el número de musis debería alcanzar al menos el número de 50.000 en la Comunidad. Como anuncié en el Jalsa de Qadian, esta cifra ya se ha sobrepasado. Ahora las Comunidades se disponen a cumplir el siguiente objetivo. Hazrat Sufi Sahib tiene el privilegio de ser el primer musi del continente indio. Se inscribió en el Wasiat en marzo de 1906, al tercer mes de su establecimiento. En este sentido, se han cumplido en este país cien años de la institución del Wasiat. Hazrat Sufi Sahib entró con entusiasmo por esta puerta y sin duda obtuvo éxito, pues Dios le anuncio su salvación mediante revelación. El Mesías Prometido hizo muchas otras plegarias para los que se unieran a esta institución.

No se trata de una coincidencia que después de 100 años ésta sea mi primera gira a este país y que haya amonestado a los ahmadis a inscribirse en el Wasiat. Personalmente, desconocía que la institución del Wasiat se hubiera establecido aquí hace 100 años. Los que perciben ingresos deben intentar suscribirse a esta institución, especialmente quienes ostentan cargos. El Amir debe asegurarse que el 100% de los titulares de cargos se incluyan en el Wasiat, bien sean líderes a nivel nacional o a nivel local. Se me ha informado que el número de musis en este lugar es elevado. Sin embargo, al reflexionar sobre la vida de Sufi Sahib, he deseado que todos los ahmadis de Australia se conviertan en musis, y adopten el taqwa. En las Islas Salomón un áhmadi nuevo se ha inscrito en el Wasiat. Debéis competir mutuamente en las virtudes.

El Mesías Prometido exhortó en su carta a la predicación del mensaje del Islam en todo el mundo. En la actualidad el mundo necesita ser guiado por el camino recto y beneficiarse de la lluvia espiritual y de las bendiciones que han sido derramadas sobre nosotros. Debéis reflexionar en estos días de Llalsa y experimentar una transformación pura para que vuestra predicación tenga éxito. Que Dios os conceda la oportunidad de implorarle y os ayude a observar regularidad en las oraciones en congregación. Que esta Reunión sea para vosotros un motivo de elevación espiritual.