RESUMEN DEL SERMÓN DEL VIERNES
Por el Jefe de la Comunidad Ahmadía del Islam, 16 de septiembre, 2005
(NOTA: El equipo de Alislam asume la plena responsabilidad de cualquier error o información incorrecta de este resumen del Sermón del viernes)
TAQWA (Piedad)
Hazur pronunció su sermón en Goteborg, Suecia, al inicio del primer Llalsa Salana escandinavo. Hazur recordó a los presentes que el motivo por el que el Mesías Prometido estableció la institución del Llalsa Salana era elevar el nivel de taqwa (piedad) entre los miembros de su Comunidad y convertirlos en sinceros adoradores del Dios Único y verdadero. El Mesías Prometido consideraba que este era el objetivo primario de su advenimiento.
Por lo tanto, dijo Hazur, todo quien se adhiera a esta Comunidad debe convertir en objetivo principal suyo el acercamiento a Dios, la observancia del Salat, el pago del Zakat y la observancia del ayuno, haciendo de este mundo un lugar ideal cumpliendo estos mandamientos. Esto es posible a través de la luz espiritual (nur) que fue otorgada al Mesías Prometido. Si el ahmadi no observa hoy la esencia de sus enseñanzas, no compartirá esta luz. En esta época, al revivir la Shariah del Santo Profeta (p.b.D.), el Mesías Prometido ha dilucidado a su Comunidad en particular, y al mundo en general, el significado de la adoración al Único Dios y el modo de seguir Sus mandamientos.
Hazur explicó que la adoración a Dios debe manifestarse como un gesto de gratitud por habernos concedido la vida. La adoración mejorará nuestro taqwa, nos concederá proximidad a Dios, y nos hará acreedores de Sus mercedes. ¿Cómo podemos prosperar si volvemos las espaldas al Dios que ha creado todo el universo? Si seguimos Su camino y adoptamos el taqwa recibiremos una bendición inimaginable. Pero para ello es vital conseguir el amor de Al-lah.
Hazur leyó seguidamente unos extractos de los escritos del Mesías Prometido. Hazur dijo que la fe se obtiene manteniendo un estrecho vínculo con Dios. Advirtiendo sobre las sutiles y precarias sendas que apartan de Dios, Hazur dijo que el amor excesivo a los propios hijos, o a los padres, o a la profesión, es un tipo de idolatría que conduce al shirk (asociar copartícipes a Al-lah). Hazur dijo que también constituye shirk la absorción absoluta de los jóvenes a los ordenadores y otros entretenimientos, descuidando la adoración a Dios. Hazur dijo que algunas personas tienden a decorar sus hogares con figurines y otros objetos y que estos factores eliminan el sentido de la integridad de la persona y las familias que posiblemente no son firmes en materia de adoración tienden a un mayor alejamiento de la misma. Por lo tanto, no sólo debemos evitar estas prácticas fútiles, sino que debemos elevar el estándar de nuestra adoración.
Cada ahmadi debe analizarse internamente y reflexionar hasta qué punto cumple con la oración recitada en cada Salat: “ Sólo a Ti te adoramos y sólo a Ti imploramos ayuda”. Hazur dijo que hasta que nuestras obras no correspondan con nuestras oraciones, nuestra proclamación será vana.
Hazur explicó que Al-lah no precisa de nuestro culto. Él nos ha ordenado adorarle por nuestro propio bien. El eje de toda adoración radica en el corazón. Si el corazón no se siente inclinado hacia la misma, será inútil adoración alguna. Debemos de intentar contarnos entre aquellos que están cerca de Dios y son los acreedores de Su eterna gracia bendita. Que el propósito de cada uno de nuestros actos sea obtener el agrado de Al-lah, para purificarnos y volvernos a Él. Hazur dijo que el corazón que está purificado y libre de cualquier impureza moral y espiritual es aquel sobre el que Dios desciende. Hazur leyó algunos hadices y unos extensos escritos del Mesías Prometido explicando este tema.
Esclareciendo ampliamente el significado de la lectura del Sagrado Corán, Hazur dijo que esta es extremadamente esencial para lograr el taqwa. Dijo que ninguna persona puede alcanzar el taqwa si no estudia el Corán y e intenta que sus enseñanzas formen parte de su vida. Hazur insistió en que los padres recitaran el Santo Corán en sus hogares y se aseguraran que sus hijos también lo lean y lo comprendan. Hazur dijo que esto eliminará gran parte de nuestros males y fomentará un entorno armonioso.
Hazur explicó que el conocimiento que está privado de taqwa , sea espiritual, relativo al Santo Corán, o temporal, es vano. Dijo que para conseguir el taqwa es obligación de todo ahmadi cumplir con la oración y leer el Santo Corán, enseñándolo también a los demás. Cada ahmadi debe analizar profundamente su interior e intentar buscar los medios para su propia reforma.
Hazur pidió a Dios para que podamos vivir de acuerdo con los deseos del Mesías Prometido y podamos contarnos entre aquellos que se someten a los mandamientos de Dios y si alguna vez nos desviamos podamos volvernos a Él en sumisión para buscar Su guía y ayuda.
Para finalizar, Hazur se dirigió específicamente a los asistentes al Llalsa y les alentó a beneficiarse plenamente de estos tres días benditos.