RESUMEN DEL SERMÓN DEL VIERNES
Por el Jefe de la Comunidad Ahmadía del Islam, 2 de Septiembre, 2005
ESENCIA DEL ÉXITO DE LAS CONVENCIONES ANUALES
Hazur pronunció su sermón en Hamburgo, Alemania. Hazur habló del éxito del Llalsa Salana y de las bendiciones que ha deparado este Llalsa, no solo a los asistentes en directo, sino a los todos cuantos participaron en el mismo a través de la MTA. Hazur dijo que aunque los discursos fueron excelentes y la devoción de la audiencia, intensa, tal éxito fue debido esencialmente a las oraciones que el Mesías Prometido realizó para los asistentes al Llalsa de Qadian. Hazur dijo:
“El Mesías Prometido afirmó que el propósito de esta reunión era originar un cambio puro en su Comunidad siguiendo el ejemplo del Santo Profeta (p.b.D.). El Mesías Prometido desaprobaba en extremo que prevaleciera en ella cualquier interés o propósito mundanal. Por lo tanto, en todas las reuniones que se celebran en cualquier país del mundo, vemos manifestarse la aceptación de sus plegarias, como se manifiesta por la revelación divina: “Por alzar tus manos, y por tus oraciones, cae una lluvia de bendiciones divinas”, y “Dios ha aceptado tu oración”.
Respecto a la organización del Llalsa, es sorprendente ver cómo Dios crea facilidad y ayuda a ejecutar de manera magníficas tareas que parecen prácticamente imposibles. Tareas que requieren la ayuda de profesionales y técnicos son ejecutadas de forma extraordinaria por nuestros jóvenes. Médicos, ingenieros y estudiantes trabajan voluntariamente como obreros ordinarios para obtener el agrado de Dios. Por otro lado, muchos niños, jóvenes, mujeres y ancianos han trabajado ininterrumpidamente hasta 24 horas seguidas durante los días de Llalsa sin ningún tipo de interés personal. Este espíritu y devoción por atender a los huéspedes del Mesías Prometido se deben solamente al efecto de las oraciones que el Mesías Prometido hizo hace más de 100 años. Y estas bendiciones no las reciben únicamente quienes que participan activamente en la organización del llalsa, sino también quienes lo escuchan, no solamente en este lugar, sino a través de la MTA dondequiera que se encuentren, en los hogares o en las mezquitas. Por otro lado, sus bendiciones no se limitan solamente a tres días, sino que, según las enseñanzas del Mesías Prometido, debemos intentar que estas bendiciones formen parte de nuestra vida diaria.”
Hazur dijo que las bendiciones del Llalsa están condicionadas a la perseverancia y constancia, y que es vana la participación de quienes olvidan lo asimilado en los días posteriores al Llalsa. Dijo que el contenido esencial de los discursos es la adopción del taqwa. Solamente a través del taqwa, y asimilando lo que se ha escuchado en los días de Llalsa los asistentes podrán experimentar cambios puros en su interior y ser acreedores de las bendiciones del Llalsa. Para ello es necesario cumplir debidamente con las cinco oraciones y perseverar en las obras buenas. Hazur dijo que muchos de los que se hallaban presentes afirman ser descendientes de sahabis (compañeros del Mesías Prometido), pero clarificó que este privilegio solo puede mantenerse si la persona establece un buen ejemplo. El ahmadi no debe contentarse o enorgullecerse de ser descendiente de gente santa si no experimenta cambios puros en su interior. A este respecto, el Santo Profeta (p.b.D.)
dijo a su hija Fátima que ser hija suya no le serviría de nada hasta que sus propios actos no fueran virtuosos.
Hazur dijo:
“Debemos intentar cumplir las expectativas que se esperan de nosotros, intentando que Satanás no penetre en nuestros corazones, descarriándonos tras haber recibido la guía. El Santo Profeta (p.b.D.) solía implorar esta oración:
“Oh Aquel que cambia los corazones, mantén a mi corazón firme en la oración”.
Dijo que el corazón del hombre se halla entre dos dedos de Dios (simbólicamente). Otorga firmeza a quien lo desea y quien no le place, pervierte su corazón. También debemos implorar especialmente la oración que indiqué para el Jubileo del Jalifato:
“Señor nuestro, no permitas que nuestros corazones se perviertan después de que nos has guiado; y concédenos Tu misericordia; en verdad, únicamente Tú eres el Donador por excelencia” (3:5).
El corazón se pervierte por, lo general, por dos motivos: el amor intenso y el enfado extremo. El amor intenso lleva a un enfado exagerado. Durante la fase del enojo, sea de índole familiar o de otra clase, la persona, la persona, se enajena y se deja arrastrar por su amor propio. Cuando se adopta una decisión contraria a su voluntad, la rechaza y comienza a objetar contra la administración de la comunidad y contra su Jalifa. Estos son quienes tienen los corazones pervertidos a causa de sus falsos egos. Y también se incluyen quienes mantienen relaciones amistosas con ellos alegando falsos pretextos. Por lo tanto, todos los ahmadis deben tener presente que aunque la administración de la Comunidad cometa una equivocación, es preciso aceptar sus decisiones sin perder la calma. Ningún parentesco o relación debe prevalecer sobre el amor a Al-lah, al Santo Profeta (p.b.D.), al Mesías Prometido, a la administración de la Comunidad o a la institución del Jalifato. De lo contrario, nuestra proclamación de otorgar preferencia a la religión sobre el mundo será hueca.
Que Dios nos ayude a cumplir las expectativas que el Mesías Prometido espera de nosotros y nos ayude a reforzar nuestra relación con Dios. Debemos analizarnos internamente para comprobar hasta qué punto nos esforzamos por librarnos de tales vicios. Debemos implorar la ayuda de Dios para mantenernos leales al Imam de nuestra época y para obtener el agrado de Dios y el bien en este mundo y en el otro.