RESUMEN DEL SERMÓN DEL VIERNES
Por el Jefe de la Comunidad Ahmadía del Islam 1 de Julio, 2005
SINCERO E INCONDICIONAL COMPROMISO CON EL JALIFA
Hazur pronunció su sermón del viernes en Toronto, en la última etapa de su estancia en Canadá. Hazur comenzó su sermón agradeciendo la sincera hospitalidad y servicios voluntarios prestados por los ahmadis de Canadá durante los días de la Convención Anual. Hazur dijo que este panorama de amor, sinceridad, y hospitalidad no se vislumbra en ningún lugar salvo en la Comunidad Ahmadía, y que semejante relación con el Jalifa no puede ser concebida por ninguna mente materialista. Elogió especialmente a la comunidad canadiense por haber incrementado el vínculo de afecto hacia su persona, y por haber recibido las mayores muestras de apoyo por parte suya tras pronunciar su sermón sobre el Jalifato el pasado 27 de mayo.
Después amonestó a los ahmadis a estar precavidos y prestar atención a su entorno, pues donde existen lazos de amor, también surgen elementos de disensión que intentan romper tal relación. Dijo que si algún áhmadi escucha algo que atenta contra la dignidad de la Comunidad o del Jalifa, debe informar inmediatamente a los directivos de la Comunidad o a él mismo personalmente, por muy insignificante que parezca, pues al desconocerse su trasfondo puede contribuir a la corrupción de los estratos más débiles de la sociedad. Hazur aconsejó a los directivos de la Comunidad a informarle a él personalmente de cualquier información de esta índole, a excepción de las pequeñas disputas motivadas por algún enojo temporal.
Hazur dijo:
“Dirigiéndome a los directivos de todo el mundo de la Comunidad, les aconsejo que no se encierren en un caparazón donde se limiten a recibir informes positivos de sus colaborado- res. Por el contrario deben estar en contacto directo con todos los ahmadis, y también deben con- siderar la opinión de los jóvenes. Las organizaciones auxiliares, Juddamul Ahmadía, Lajna Imai- llah y otros responsables de la Comunidad deben ofrecer una respuesta satisfactoria a sus preguntas para evitar mayores discrepancias.
Los directivos de la Comunidad no han sido elegidos para hacer ostentación de su cargo, sino para el servicio de la Comunidad. Son un eslabón de la administración de la Comunidad, que forma parte de la institución del Jalifato. Por lo tanto, deben des- empeñar su responsabilidad de la mejor forma, con esfuerzo y honestidad y observando los requi- sitos de la justicia, para contarse entre aquellos dirigentes a quienes la gente ama, como dijo el Santo Profeta (p.b.D.):
“ En el Día del Juicio los más amados y cercanos a los ojos de Dios son los gobernantes que adoptan la justicia, y los más alejados y menospreciados ante los ojos de Dios son los gobernantes crueles ”.
Por lo tanto, el puesto que se os ha asignado no es para dictar órdenes, sino para servir a la gente, cumpliendo las expectativas del Jalifa y los requisitos de la justicia.
“En cuanto a las obligaciones hacia el Jalifa, Dios ha dicho: “ Dicta justicia entre tu gente y no sigas tus deseos, pues te alejarán del camino de Dios ”.
El Jalifa confía en sus delegados al no poder él personalmente tomar decisiones en todos los asuntos. De no cumplir los requisitos de la justicia, cometerán pecado por duplicado, al no cumplir su responsabilidad adecuadamente y por no confiar en el Jalifa. Es erróneo pensar que hay que mantener al Jalifa al margen de los problemas comunitarios para no enojarle o incrementar sus preocupaciones, pues la responsabilidad última recae en él. El Jalifa está bajo la orden directa de Dios y recibe una fortaleza y un apoyo divinos que otras personas desconocen.
Por lo tanto, si es preciso adoptar medidas severas contra alguna persona destacada, que se proceda a hacerlo, sin tener en cuenta las consecuencias. El apoyo y la ayuda de Dios están con quienes adoptan decisiones basadas en el taqwa (rectitud). De incumplir un directivo sus responsabilidades debidamente, en última instancia, o bien el Jalifa será informado por Dios o le será arrebatado su puesto por otro medio. ”
Hazur dijo después que aunque son muchos los ahmadis que mantienen un vínculo de fidelidad y sinceridad con él, sus promesas solo podrán considerarse auténticas cuando estén totalmente dis- puestos a sacrificar su tiempo y sus personas por la causa de Dios, y estén dispuestos a obedecer a la administración de la Comunidad, que es parte del la institución del Jalifa, como dice Dios en el Santo Corán:
“ Al-lah ha prometido a aquellos de vosotros que creen y hacen buenas obras, que en verdad los hará Sucesores en la tierra, tal como hizo sucesores de entre quienes existieron antes que ellos; y que en verdad establecerá para ellos su religión que les ha elegido; y que ciertamente les dará a cambio seguridad y paz después de su temor: Ellos me adorarán y no asociarán a nadie conmigo. Luego, quienes después de eso sean desagradecidos, serán los rebeldes ”. (24: 56).
Hazur dijo que el Jalifato perdurará, mas su vínculo sólo lo mantendrán aquellos que adopten la virtud y practiquen las obras buenas. Hazur dijo que quienes observan la oración con regularidad mantienen, por lo general, una relación más estrecha con la administración de la Comunidad y el Jalifato. Por el contrario, quienes son negligentes en la observancia de la oración no sienten, por lo general, el mismo entusiasmo por cumplir los mandamientos de Dios y, a pesar de ser Ahmadis, no respetan la administración de la Comunidad. Critican al Jalifa y a sus superiores, representan- tes del Jalifa, y cuando la Comunidad adopta medidas contra ellos, en lugar de enmendarse y arrepentirse, aumentan en su rebeldía, a pesar habérseles concedido el beneficio de apelación ante el Jalifa o la Comunidad. El Santo Profeta (p.b.D.) dijo a este respecto:
“ Si alguien me persuade a dictar algo a su favor a pesar de no tener razón, estará consumiendo fuego y atrayendo el Infier- no hacia él, y Dios abatirá sobre él distintas calamidades ”.
Hazur dijo después: “Las disputas matrimoniales en los países occidentales han adquirido una magnitud considerable y a pesar de ser conscientes de la situación, los directivos de la Comuni- dad no puede intervenir debido a las limitaciones impuestas por las normativas de los distintos países. Deben adoptarse medidas contra aquellos hombres que expulsan cruelmente a sus esposas de sus hogares amparándose en la Ley del país que les acoge, sin tener en cuenta las inclemencias del tiempo u otras dificultades.
La administración de la Comunidad debe prestar ayuda a estas mujeres, informando si es necesario a la policía, sin temer que el caso salga fuera de la Comunidad. En este sentido me dirijo especialmente a los Amires y a Lajna Imaillah de Canadá, Estados Unidos y otros países para que elaboren un censo de mujeres maltratadas, con objeto de restituir- les sus derechos. Aquellas mujeres privadas de derechos que no reciben ayuda de la Comunidad deben escribirme directamente”.
Hazur instó a los ahmadis a experimentar una transformación pura para establecer un ejemplo de virtud entre la gente y atraerles bajo la bandera del Santo Profeta (p.b.D.). El Mesías Prometido dice:
“ Dios ha prometido distinguir de los demás a quien se convierte en creyente verdadero. Sólo podéis ser considerados creyentes verdaderos cuando os atengáis a las condiciones del pacto de iniciación, que están basadas en la rectitud y la espiritualidad, libres de necesidades mate- riales. Debéis observar la oración, implorar el perdón, servir al prójimo sin perjudicar a nadie y avanzar en el taqwa y la pureza, y Dios os bendecirá.”
Hazur dijo que el don del jalifato se otorgará a quienes son acreedores de las bendiciones divinas. Dijo que Dios usará Su Ley y castigará a aquellos que afirman estar dispuestos a ofrecer todo tipo de sacrificios para defender la institución del Jalifato pero por otro lado intentan engañar al Jalifa presentándole los hechos de manera tergiversada. Citó los siguientes extractos del Mesías Prometido:
“ Para adquirir la virtud son necesarias las oraciones voluntarias (nawafil) y la entrega de limosnas por puro amor, no por ostentación. Entonces la persona desarrollará una auténtica relación con Dios y Él se convertirá en la lengua por la que habla, en los oídos por los que oye y en las manos con las que trabaja ” .
Hazur dijo que el Mesías Prometido dijo que nuestra Comunidad debe mostrar algo distintivo, pues si tras el pacto de iniciación el hombre no muestra un acto distintivo y trata a su mujer como lo hacía en el pasado y no se comporta bien con sus pa- rientes, no actuará correctamente.
Hazur dijo finalmente:
“Dios quiera que las bendiciones que habéis recibido estos días formen parte de vuestras vidas y que os mantengáis alejados de los odios y disensiones que se propagan en algunas partes de la sociedad. Que la lealtad, amor y sinceridad que he visto en vosotros per- dure para siempre y sirva de ejemplo para las personas débiles de fe, y podáis extender el mensaje del Ahmadía, o el verdadero Islam, en esta tierra.